sábado, 28 de junio de 2014

Capítulo 34

-¿Qué es eso de que te ha ayudado?.- Me mira con cara de confusión y al mismo tiempo con rabia.

-No es nada malo, es mejor que nos marchemos y que hablemos en un lugar más seguro.- Le agarro de un brazo, pero él se zafa. Vamos, las cosas hoy empeorarán.- Bueno, gracias por todo Harry, pero creo que yo me voy.

Recojo mi chaqueta y mi mochila, si él no estaba dispuesto a hablar yo no iba a hacer nada, creo que es hora de que ceda un poco, no siempre voy a estar yo detrás de él. Las cosas no son así. Salgo del bar y me pongo mi chaqueta, la mochila al hombro y me rumbo a la parada más próxima. Un coche se para delante de la parada y baja la ventanilla.

-Guapa, ¿quieres que te lleve a algún lado?.- Un nombre de sobre unos 40 años me mira con cara de guarro. Lo que me faltaba hoy.

-No necesita que le lleven a ninguna parte.- Siento como su brazo me rodea la cadera, algo muy típico en un "macho" cuando quiere marcar su territorio. Vemos como el coche se aleja y lo mismo hago yo de él.-Vamos te llevo a casa.

-No gracias, iré en bus.- Me siento en la parada. Tiene que aprender a confiar en mi, no sé muy bien lo que tenemos, pero sin confianza no se va a ninguna parte.

-Becca, no quiero enfadarme, vamos en mi coche y hablemos.

Se acerca a mi lado y coge mi mochila para llevarla en una mano, la otra mano que tiene vacía me la tiende y a pesar de que estoy enfadada la agarro. En silencio y con las manos unidas caminamos hasta el coche, ninguno de los dos dice nada. Creo que sobran las palabras para saber que él esta molesto y yo esto enfadada. Abre la puerta del copiloto y subo. Guarda mi mochila en el maletero y después ocupa su sitio.

-¿Como me encontraste?.- Pregunto mientras él conduce mirando hacia la carretera con el gesto serio.

-No te estaba buscando.- Vale, se ha vuelto un imbécil porque sigue más que enfadado.

-¿Pues sabes qué?.

-¿Qué?.

-Que te jodan.- Sé que si lo hubiese dicho en otra ocasión, después me sentiría culpable, pero en este momento no lo hago. De hecho, me siento bien por decírselo.

-Ya sabes que a más de una le gustaría, Rebecca.- ¡Pero bueno!. Esto es la guerra.

-Pues ya estás tardando, Zayn. No te necesito.- Desvía el coche hacia un lado en mitad de una de las carreteras principales del pueblo, lo para y baja.- ¿Qué hace?.- Murmuro para mí. Zayn llega a mi altura y abriendo, me coge del brazo y hace que salga del coche. Vale, estoy asustada.- Zayn, suéltame.- Digo con
un hilo de voz. Ignorándome, cierra la puerta del coche y me estampa contra él.

-Dime que no me necesitas.- Silencio.- Vamos Rebbeca, dímelo.- Siento su aliento en la parte alta de mi cuello y su cuerpo completamente pegado al mío. Antes de decir nada le cojo la cabeza con ambas manos y lo acerco hasta que sus labios están pegados a los míos. A él no parece importarle, ya que me coge de la cintura y profundiza más el beso.

-No te necesito.- Le susurro con una pequeña sonrisa cuando se aleja unos centímetros de mí. Vuelve a pegar su frente a la mía.

-Bien. Pues yo sí.- Me da un leve beso en los labios y encaja sus dedos con los míos en ambas manos, cosa que me parece un detalle muy bonito. Sonrío.- ¿Qué pasa?.

-Nada. Que me gusta cuando eres así conmigo.- Sonríe de lado y esconde su cabeza en mi cuello aún con las manos entrelazadas.

-¿Así cómo?.

-Cariñoso, bueno, adorable...- Me da un beso en el cuello y le acaricio la cabeza.

-A mí me gusta cuando eres así.

-¿Cariñosa y adorable?.

-No. Traviesa y valiente.- Suelto una carcajada y me alejo de él.

-Zayn, estamos en medio de la carretera y hace un frío que pela. Vámonos...- Asiente y en menos de cuarenta segundos ya estamos de nuevo en el coche rumbo a mi casa.

-Aún me tienes que contar lo que ha pasado.- Me tenso en mi asiento.

-Lo voy a hacer, pero aún no. Dame tiempo para que yo misma lo asimile.- Asiente acariciándome la rodilla.

Cuando llego a casa, Zayn me acompaña hasta la puerta y nos despedimos con un beso. Cuando entro y voy a subir a cambiarme para bajar a cenar, me encuentro a mi madre en la entrada con los brazos en jarra y el ceño fruncido.

-¿Qué hacías con ese?.


miércoles, 18 de junio de 2014

Capítulo 33

De vuelta a casa en la moto de Harry, me abrazo fuertemente a él. Ni siquiera sé por qué lo hago, pero necesito a alguien en estos momento y como a él no parece importarle... Había confiado en ella, siempre habíamos estado la una para la otra o al menos eso creía yo. Que Alex me hiciese esto en estos momentos me partía el alma y no sabía como reaccionar. Quería odiarla, pero no podía hacerlo, ella sigue siendo mi amiga...

Me extraño cuando Harry en vez de parar en mi casa para en un bar, se baja de la moto y me ayuda a bajar a mí también.

-¿Qué hacemos aquí?.

-Ahogar nuestras mierdas.

-No voy a beber alcohol, Harry. Lo único que necesito ahora es esconderme debajo de las sábanas y no salir en años.

-¿Así es como pasáis los frikis los malos momentos?.- Frunce el ceño con una sonrisa.- Venga Becca, te va a venir bien.

-No lo creo.- Me coge de la mano y me mete dentro del local. El humo y el olor a bebida me inunda, no hay mucha gente ya que son las cinco de la tarde. Harry se sienta en la barra y le imito.

-Dos whiskys.- Le dice a la camarera acompañado de un guiño. Madre mía...

-Yo no sé cómo...- Levanta un dedo haciendo que pare de hablar.

-Comienza a hablar cuando bebas. Hazme caso.- Asiento no muy convencida. Una vez he bebido siento como la garganta me arde pero mi cerebro pide más. Y Harry no ayuda porque pide más.- Así que Alex. Y parecía tonta.

-No lo entiendo...

-Eres demasiado buena.- He escuchado eso antes en Zayn.- Esto te va a enseñar a que no confíes en nadie.

-¿Tú no confías en nadie?.- Niega con la cabeza antes de echarla hacia atrás para beber.- Creo que la confianza es importante.

-Y tanto que lo es, por eso es tan peligrosa. La gente no la valora.- Le doy la razón interiormente.- ¿Qué piensas hacer?.

-Supongo que hablar con ella.- Suelta una carcajada.

-¿En serio?.- Me señala.- Si yo fuera tú, la partiría la cara, verás que rápido se dejaba de tonterías.- Sí, podría ser...¡No!, yo no soy así. El alcohol hace que piense cosas que no están bien.

-Ella sabe un montón de cosas sobre mí...

-Si es un poco inteligente no lo contará, seguro que tú sabes muchas mierda sobre ella también.- Asiento.

-Cuando Liam sepa esto...- Liam...Lo necesito como a nadie ahora mismo, lo echo tanto de menos que en menos de cinco segundo me he puesto a llorar como una niña pequeña.

-Mierda Becca, se suponía que el alcohol no haría esto.- Me encojo de hombros.

-E-es que Li-Liam...- No puedo seguir hablando a causa de las lágrimas. El es mi mejor amigo y está enamorado de Alex, si él tiene que elegir y la elige a ella no podría soportarlo.

-Venga ya está.- Me toca ligeramente el hombro.- Me estás poniendo las cosas muy difíciles. Las chicas no se acercan a mí para llorar precisamente...- Me río levemente.- No sé qué tengo que hacer. ¿Una ayudita?.- Me sonríe.

-Un abrazo estaría bien...- Se echa el pelo hacia atrás.

-¡Oh señor!.- Acercándose poco a poco y algo inseguro me da un abrazo. No se sienten como los de Liam o Zayn, pero cuando abraza aprieta y eso me reconforta.- Imagina a Zayn viendo esto, me corta los huevos.- Si antes lo dice antes aparece. Zayn entra por la puerta y se queda inmóvil cuando me ve, Harry no puede verle porque está de espaldas a él. Le doy un toque en el hombro.- ¿Suficiente?.- Susurra.

-Suelta, suelta.- Harry me suelta rápidamente y se da la vuelta para mirar donde yo lo hago, cuando ve a Zayn susurra.

-Me cago en la puta.- Rápidamente me bajo de la silla de la barra y voy hacia él, cuando voy a cogerle la mano para hablarle la aparta y dice.

-Ni me toques.- En vez de pagarla conmigo mira a Harry.- ¿Qué clase de amigo se supone que eres tú?.

-Te relajas, ¿eh?. Más vale que la hubieses vigilado más de cerca. Si lo hubieras hecho, nada de esto estaría pasando.- Esto no va a acabar nada bien.

-¿De qué hablas?.- Desde la distancia niego a Harry para que no diga nada. Harry apreta los puños se que se está controlando de sobremanera.

-De nada.

-¿Estáis juntos?. ¿Te la has tirado capullo?.- ¿QUÉ?.

-No, no me la he tirado pero porque no he querido.- Sé que solo lo hace para fastidiarle porque está de mal humor.- Tú en cambio deberías hacerlo ya.

-Serás hijo de...- Se abalanza hacia él pero antes de que le pueda hacer nada me he puesto entre los dos de cara a Zayn quien me mira a los ojos.- Quítate Rebecca.

-Sí Rebecca, quítate a ver si se desfoga un poquito.- Bromea Harry, pero ninguno se lo toma a broma.

-Para, por favor.- Le susurro a Zayn.- No es nada de lo que imaginas.- Zayn me mira a los ojos.

-¿Has llorado?.- Bajo la vista y me agarra de la barbilla.- ¿Por qué has llorado?.

-Aquí no por favor...- Se entromete Harry.- Tenéis mucha calle para decir y hacer ñoñerías.

-¡Cállate!. ¿Qué la has hecho?.- Pregunta a Harry y luego pone los ojos en mí.- ¿Te ha forzado a algo?.- No entiendo nada, ¿no se supone que eran amigos?. ¿Qué clase de amistad es esta?.

-No me ha hecho nada malo, al revés me ha ayudado mucho.

sábado, 7 de junio de 2014

Capítulo 32.

-Mmm.. -murmuré mientras me estiraba.

Nos habíamos quedado a dormir en el sofá, no es que estuviera incomoda, ni mucho menos, pero es que me dolía la espalda de estar tanto tiempo en la misma posición. Me salí del amarre de Zayn y después de estar un rato contemplándolo dormir me fui a la cocina, ya que mis tripas rugían con ganas. No dejaba de darle vueltas a lo que me contó, pero yo sé que soy más fuerte que Christine, aunque a veces no lo parezca, puedo con muchas cosas. Ver como el se derrumbaba y lloraba se quedo dormido, seguro que hace tiempo que no dormía bien. Le había confesado que lo quería, y me dolió lo que me dijo, pero es la verdad. Aunque muchas veces nos queramos matar no se que podría hacer si el no estuviera a mi lado como lo esta.

-Hola -me giro y me encuentro con el, su pelo revuelto y cara de sueño, mis ganas de ir hacia el aumentan en 1000.

-Hola dormilón -se acerca a mi y deposita un beso en mi cabeza.

-¿Qué haces?

-Preparar unos sandwiches para comer algo, por que la verdad es que estoy muerta de hambre. ¿Quieres uno? -asiente con la cabeza mientas rebusca por la cocina donde estarán los vasos y coloca dos encima de la mesa después en la nevera coge una botella de agua.

-¿Qué piensas hacer después de que acabes bachiller? -me dice mientras le da un bocado a su sandwich.

-Tenia pensado estudiar música, me encanta el piano -dije ilusionada -pero, mis padres me obligan a hacer derecho.

-¿Piensas hacer lo que ellos te dicen? -levanta una deja y me mira raro.

-Es lo que me queda, como dice mi madre,  "Mi casa, mis reglas" -me sentía triste al hablar de esto, ya que no estudiaría algo que a mi me gusta de verdad, sino una cosa que me imponen como una orden.

-Sé lo que es eso, pero muchas veces tienes que alzar la voz para que te escuchen -me dice. Me encojo de hombros.

-Pocas veces soy capaz de hacer eso.

-Siento lo de ayer.- Susurra.- Soy un gilipollas.- Entorno los ojos y niego con la cabeza.

-No lo sientas, prefiero que me dejes las cosas claras y supongo que estar con alguien después de eso no es fácil.

-Ven aquí.- Tiene los brazos abiertos y está de pie esperando. Lo miro confusa.- Ven, honey.- Me acerco hasta él y me envuelve en un abrazo enterrando su cabeza en mi pelo.- Gracias...

-Ya sabes que estoy contigo. Siempre.

-¿Aunque sea un cabrón insensible?.

-Aunque lo fueras, estaría contigo.

Cuando terminamos de comer, Zayn se fue a su casa porque quería estar con su hermana y yo estuve estudiando para los exámenes de la semana hasta que llegaron mis padres y mi hermano y cenamos juntos.

La semana hasta el miércoles pasó a base de exámenes y más exámenes ya que quedaba una semana para el viaje a Londres y después vendrían las vacaciones de Navidad. En los recreos intentaba hablar con Alex quien pasaba la mayor parte del día con Liam pero no me contestaba y hacía como si no existiese. Liam intentó hablarme una vez en el descanso entre clase y clase pero aún me siento muy dolida como para estar con él como siempre. Y con Zayn no es que estemos mal, pero desde el fin de semana con él se ha distanciado un poco, sobre todo en el instituto. Aunque quiero pensar que es porque quiere pasar tiempo con sus amigos, sé que lo que en realidad pasa es que no quiere que lo vean conmigo, cosa que me duele, pero yo no voy a ir a decirle nada. Bastante le he dicho ya.

-Vamos a mantener esto como una conversación normal. Así que mantén un gesto neutral, no quiero más problemas de los que me estás causando ya.- Me dice el miércoles en el recreo Harry, quien se sienta conmigo en el banco donde estoy repasando mis apuntes de Lengua.

-Vale, dime.

-¿Han cesado los mensajes?.- Ni me acordaba ya de ellos.

-Pues ahora que lo dices, sí.

-Joder, pues menos mal, porque tuve que pagar a un hacker cien libras para que bloqueara los mensajes. Tu móvil.- De repente lo saca de su bolsillo trasero y me lo tiende. ¿Pero qué...- Te lo cogí prestado el lunes en la hora de la comida. Eres muy despistada, gatita.- Cojo el móvil de un manotazo.

-Me lo podrías haber pedido.- Se encoge de hombros.

-Lo que sea. Tengo el número desde donde se mandan los mensajes, lo que me ha costado treinta libras.

-¿De quién es el número?.

-Ahí está el misterio. Aún no he llamado, quería que hicieses los honores.

-No voy a llamar desde mi móvil.

-¿Qué piensas hacer entonces?.

-Después de clase iré a una cabina y llamaré.

-Gata inteligente...Espérame a la salida. Voy contigo. Por cierto, me debes ciento treinta dolares, pero como me caes bien, te lo rebajo a cien.

Las clases restantes hasta la salida se me hacen interminables. Miles de preguntas me pasan por la cabeza, ¿quién es?, ¿por qué lo hace? o, ¿qué es lo que quiere?. Una nota me cae en la mesa, miro hacía atrás donde Zayn me mira. Abro la nota.

''Te espero luego para ir juntos a casa''.

''No. Tengo algo que hacer''.

Aparte de que tengo cosas muy importantes que descubrir, también estoy algo molesta con él, yo no soy su muñeco y no podemos hablar cuando solamente él diga.

A la salida Harry me espera y aunque no muy convencida me monto en la parte detrás de su moto hasta llegar a una de las cabinas más cercanas. Cuando ya estoy marcando el número me paro por un momento. El corazón me va a mil, he estado esperando esto durante semanas y ahora me veo inmovilizada.

-¿Necesitas ayuda?.- Me pregunta Harry comprensivo.

-Esto es superior a mí.

-No. No lo es. Lo estás haciendo genial, puedes acabar con esto. Ya está acabado, Becca. Haz esa llamada, estoy contigo.

-Muchas gracias Harry.- Nos sonreímos levemente y marcando el último número pongo el teléfono entre Harry y yo para poder escuchar los dos. Después de tres pitidos, el teléfono es descolgado.

-¿Diga?.- Me tapo la boca con ambas manos y las lágrimas ya están recorriendo mis mejillas. Las piernas me flojean y me quiero morir literalmente.- ¿Hola?, ¿quién es?.- Harry cuelga el teléfono.

-Ya te tenemos hija de puta.- Me sostiene por la cadera y salimos de la cabina.- Salgamos de aquí, Becca.