Literalmente se puede decir que pasé la tarde y la noche llorando en la cama. Mi madre me preguntó como cuarenta veces que qué me ocurría y con las mismas le dije que estaba sensible porque me tenía que venir la regla, no quería darla ninguna explicación sabiendo cómo se iba a poner. Hablé un rato por la noche con Liam explicándole lo que me había pasado y finalmente le reconocí que me gusta Zayn y mucho; él en ningún momento me dijo nada malo respecto a eso y me animó en lo que pudo diciéndome que mañana me invitaba a un trozo de tarta de mi pastelería favorita, lo que por un momento me hizo sonreír. A la media hora de haberme acostado, aún con lagrimones en los ojos,Tommy y Church se suben a mi cama. Mi hermano se acurruca a mi lado sin decir nada y el gato se pone a mis pies.
Esa misma noche tengo de nuevo otra de mis pesadillas. ¡No me lo puedo creer!. Esto ya estaba más que superado, ¿qué me pasa?. Veo a Zayn alejarse y cuando le sigo para decirle que me espera, que le quiero y que me voy con él, no puedo moverme, las piernas me pesan y me siento como si estuviese flotando. Cuando quiero recurrir a gritarle mi voz no sale, no tengo nada de fuerzas y lo único que hago es llorar. Eso sí. Eso se me da de vicio. Me levanto de un golpe, con lágrimas en los ojos como no, pero esta vez no grito al levantarme ya que tengo la garganta seca y la voz no me sale. Me levanto de la cama y miro el reloj antes de bajar a la cocina. Las cuatro y diez. ¡Menuda nochecita me espera!.
El sábado amanece helando, se nota que la Navidad está a la vuelta de la esquina y antes de salir de casa con Liam, me tengo que enfundar en mi abrigo, guantes y gorro. Por el camino a la cafetería vamos sin hablar, Liam sabe perfectamente que por mi cara no he pasado muy buena noche y que no quiero hablar hasta que lleguemos así que entrelaza sus dedos con los míos y andamos hacia el local. Me alegro que Liam y yo estemos como siempre de nuevo, le he echado mucho de menos y lo necesito en mi vida.
-¿Otra vez?.- Asiento. Le doy un sorbo a mi café y lo miro.
-Es por lo que te conté anoche. ¿Cómo puedo ser tan dependiente de una persona como Zayn?.
-Se llama estar enamorada.- Intento reírme.
-Entiendo por qué está enfadado, pero él tampoco me ha dejado que se lo explique.
-¿Qué le habrá pasado?.- Me encojo de hombros.
-Creo que es un problema con su padre, pero no sé nada.
-¿Preparada para Londres?.- Sonrío.
-La verdad es que lo necesito. Necesito salir de este pueblo y sentirme libre y yo misma por unos días.
-Sí, creo que a todos nos sentirá bastante bien este viaje.- Como si supiesemos que está allí, ambos miramos por la ventana de la cafetería cuando nos encontramos a Alex mirando el escaparate de la calle de en frente. Miro a Liam queriendo saber lo que piensa, pero él no me mira a mí, solo tiene vista para ella.
-Se la ve feliz, ¿no crees?.- Asiente sin dejar de mirarla.
-¿No deberías hablar con ella?. Tenéis varias cosas que arreglar.
-Sí, pero ahora no. Tal vez más adelante.
El resto del fin de semana lo paso haciendo la maleta y preparando todo para los trabajos que tengamos que hacer allí. Prefiero ir un poco informada sobre lo que vamos a ver para no llegar allí tan perdida. Aunque más perdida estoy con la maleta, como no sé qué meter, arraso con casi todo lo que tengo en el armario aunque luego no vaya ni a usar la mitad. Por meter, meto hasta maquillaje que creo que lo he usado tres veces en mi vida. El domingo después de comer cuando estoy ayudando a mi madre a recoger la cocina vuelve a la carga con el tema de Zayn.
-No te voy a poder vigilar en Londres.
-Tampoco es que vaya a ir por ahí como una cualquiera.- Estos temas me sientan bastante mal. Jamás le he dado a mis padres razones para que desconfíen de mí.
-Espero que no hagas tonterías con Malik o alguno de sus amigos.- Asiento. No voy a hablar sobre ellos.
-¿Sabes si la hija de la que vive encima de la tienda de decoración va al viaje?.
-¿Valerie?.- Esa misma.
-No sé cómo se llama.- Miento.
-No va, hablé con su madre el otro día. Están muy ocupados con la mudanza. ¿Sabías que se mudan a Nueva York?.
-No tenía ni idea.- Suelta lo que está haciendo, se acerca a un cajón donde guarda una carpeta y me dice.
-Se me había olvidado, eres la responsable de repartir esto por todas las casas de tus compañeros.- ¿Eing?. Lo cojo.
-¿Qué es?.
-La información de donde vais a estar, donde os podemos localizar, cuenta bancaria por si tenemos que ingresaros dinero...
-¿Y por qué no nos lo han dado en clase?.
-Porque tuvieron un problema con el alojamiento y hasta ayer no quedó solucionado. Tu padre fue el que se encargó de recogerlo.
-¿No será que tú le obligaste?.
-Se lo pedí por favor.- Mi madre siempre queriendo llamar la atención.- Y déjate de hablar que tienes que entregarlo ya y terminar la maleta. Y una cosa te voy a decir, cuando llegues a casa de la familia de Zayn se lo das a su madre en la puerta y te vas.
-Van a pensar que soy una mal educada mamá.
-No me importa lo que piense esa familia. Ellos tienen bastante más que esconder que nosotros.- ¡Pero bueno!.
-¿Por qué si se puede saber?.
-¡Oh por favor!. Su padre siempre en el bar metido, su madre trabaja limpiando, una hija que sabe los problemas de todo el mundo y un hijo asesino y delincuente. ¡La familia perfecta!.
-¡Mamá basta ya!.- Frunce el ceño.- Nadie es perfecto. Tú no eres perfecta, ni mucho menos. Así que deja de menospreciar a la gente y menos si no conoces como son. Eso solo son rumores. Me voy, que me queda mucho pueblo por recorrerme.- Cojo la carpeta, el abrigo y salgo de casa de mal humor.
Me paseo de casa en casa para dar los malditos papeles a todas las familias. Casi siempre me abren las madres así que la cosa es corta, cosa que prefiero porque hace un frío de nieve y mi humor no está para mucha charla. Cuando llego a casa de Harry me abre su madre, pero Harry veo a Harry bajar las escaleras y cuando veo que va a venir a hablarme me escabullo diciéndole a su madre que aún me quedan muchos por entregar. En casa de Liam me abre mi amigo y me dice que si quiero que me acompañe pero le digo que no se preocupe y después de mucho insistir consigo que se quede en su casa. Lo peor que cuando llego a casa de Alex, me abre su madre pero no debe saber nada porque hace a Alex bajar a verme y desaparece sin
que le haya dado el papel. Cuando Alex me ve, ambas nos quedamos cortadas.
-Hola...
-Hola Bec.- No sé cómo lo hacemos pero ambas estamos ya con lágrimas en los ojos.- Lo sé todo...Dios lo siento, lo siento mucho yo...fui una estúpida...
-No Alex, tú no tienes la culpa