Capítulo 23.

''Ayer te vi con él, no querrás que el juego vuelva a comenzar, ¿verdad?. Besos, puta.''


Apago el móvil y lo guardo en el bolsillo de la mochila lo más alejado posible y continúo andando hacia clase.

-¿Quién te manda tantos mensajes ultimamente?.- Pregunta Alex.

-Ah, nadie importante, ya sabes, publicidad.- Asiente no muy convencida.- Bueno, luego te veo que tengo que ir a Historia.- La despido con la mano y sigo mi camino. Dios, que sueño, esta noche no he dormido nada y cuando parecía que había cogido el sueño Zayn aparece en mis sueños con la cara destrozada queriéndome decir algo pero no le salía la voz.

-Perdona.- Me dice una chica que creo que nunca había visto por aquí.

-Dime.

-¿Sabrías decirme dónde está el Laboratorio?. Es que he llegado hace nada y ando un poco perdida.

-Claro, mira, tienes que subir por las escaleras de allí y está al final del pasillo.- Me sonríe. Es difícil de mirar, no porque sea fea, sino porque tienes un gesto en la cara entre tristeza y miedo. Tampoco sé muy bien como definirlo.

-Vale, muchas gracias. Por cierto soy Valerie.

-Rebecca o Becca.

-Becca. Escucha, ¿qué te parece si quedamos esta tarde para ir a tomar algo?.- Dudo por un instante.- Ya sabes, como no conozco a nadie...- Insiste.

-Está bien, puedo llamar a otra amiga.

-¡No!.- Dice de manera algo agresiva pero rápidamente vuelve a recomponerse.- No..., verás es que soy algo vergonzosa...

-Oh, está bien, pues quedamos nosotras. Hasta luego.

-Chao, Becca.

La verdad es que esto me olía mal, pero también hay que darle una oportunidad a las personas. No todas tienen que ser malas. Me encaminé a subir las escaleras que llevan hasta la segunda planta. Hoy tenía un día bastante ajetreado en lo que se refiere a clases. Solo espero que no pasa nada más. No quiero más mensajes, los cuales no me dejan pegar ojo por la noche.

-Señorita Rebecca, quieres poner más atención en la Revolución Industrial y dejar de pensar en las mus-arañas.

Esta debía ser la cuarta vez que me llamaba la atención el profesor, pero es que me cuesta mucho centrarme, le doy la vuelta a todo mil veces, a los sueños con Zayn, los mensajes, mis padres que no hacen mas que presionarme para que saque mejores notas. Esto a veces me supera y con creces.

"Todos los alumnos del ultimo año de bachiller que acudan al salón de actos en la hora del recreo" dijo una voz femenina por el altavoz.

Cuando sonó la campana que daba comienzo al recreo toda la clase salió como robots hacia el salón de actos. Estaba por saltarme esa reunión, ya que siempre que nos manda juntarnos todos allí es por hemos hecho algo mal. Al llegar me senté entre Alex, que a su lado tenía a Louis, y de mi otro lado tenía sentado a Liam, que tenía la mirada perdida. Revisé todo el salón con la mirada, y no le vi.

-Chicos os hemos reunido aquí para hacerles saber que el instituto tiene una excursión preparada para el mes que viene.

Los murmuros se hicieron en toda la sala, grandes sonrisas, aplausos...

-Serían cuatro días, en los que visitaríamos Londres, como bien todos sabéis está a unas dos horas y cuarto desde aquí hasta Londres.

-Iremos a dos museos, a ver una obra de teatro, conoceremos la ciudad, tambien tendréis el ultimo día libre.- Dijo la profesora de Literatura Inglesa.

-Tendremos tiempo para conocernos.- Dijo una voz en mi odio. Al girar la cabeza me encontré con Zayn.

Mi corazón se acelero, como siga jugando así con mi salud acabaré muriendo.

-No lo creo, tienes a una novia a la que contentar.- Suelta un gruñido apenas audible, pero yo lo escucho y mientras la profesora se dedica a contestar preguntas de otros compañeros, yo molesta lo miro.- No, si encima también será mi culpa.

-Rebecca, para.

-No, para tú. ¿Qué quieres, Zayn?. Por el amor de Dios me estás volviendo loca.- Cuando va a abrir la boca para contestar Liam me mira y me pregunta.

-¿Está todo bien?.- Asiento sonriendo y me doy la vuelta dejándolo algo descolocado, por una parte no me siento muy bien tratándolo así, pero por otra parte también quiero que tome de su propia medicina. No es el único que sabe hablar mal.

-Ya que es una excursión con un fin y no una vacaciones de verano.- Continúa nuestro tutor.- Vamos a daros unos pequeños trabajos con unas preguntas que iréis rellenando durante vuestra estancia en los museos, la ciudad y el teatro. Los grupos vais a elegirlos vosotros, pero con dos condiciones, tienes que ser tres y tienes que ser mixtos.- Yo, tonta de mí, creí que íbamos a ser los de siempre. Liam, Alex y yo. Pero las cosas cambiaron cuando Alex dijo.

-Lo siento chicos, pero me voy a poner con Louis, ¿no os molesta verdad?.- ¡Sí, hija, sí nos molesta!.

-Claro, Alexandra. Tú, puedes poner con quien quieras.- Le digo con una sonrisa falsa.- A ti tus amigos te la sudan.- De eso último afortunadamente no se enteró.

-Bueno, no pasa nada, ya encontraremos a alguien, ¿no?.- Me acaricia el brazo Liam.

-Claro.

-Claro, que sí. Yo no estoy en ningún grupo. Mira, ya somos tres.- Zayn me mira sonriendo, Liam le mira a él y después a mí, se encoge de hombros y se echa hacia delante para hablar con otro compañero.

-No lo estás diciendo en serio.

-Y tanto, honey. El que ríe último, ríe mejor.- Me guiña un ojo y se levanta saliendo de allí.

-¡Ya estás aquí!. Creí que no vendrías.- Me dice Valerie cuando llego a la puerta del Starbucks esperándome.

-Lo siento, tuve que ocuparme de mi hermano pequeño.- Abre la puerta para que pase y ella pasa detrás de mí. Pedimos y tomamos asiento en los sofás.

-Estoy muy contenta de haber encontrado a alguien con quien estar. Me siento tan sola...

-¿Llevas poco aquí?.

-Llegue hace un mes.

-Oh, pues nunca te he visto por los pasillos, ni en el recreo o la cafetería...

-Sí, bueno, es que no voy siempre a clase...problemas personales.

-Perdón, no quería entrometerme.- Me sonríe y bebe de su café.

-No te preocupes. ¿Irás a la excursión?.- Asiento.- Podríamos ponernos juntas.- Por un momento casi la digo que sí y poder librarme de Zayn, pero hubo un detalle que me extrañó.- Zayn, tu y yo. El equipo perfecto.- ¿Eing?.

-Suena interesante, pero ya tengo grupo. No me alejo de mi mejor Liam ni a tiros.- Aprieta su café y respira.

-Ya me he dado cuenta.- El resto de la tarde no fue muy desagradable, hasta me pareció simpática en algunos aspectos, pero en algunos momentos tenía un forma de ser un tanto extraña aunque intentaba no tomármelo muy a pecho y pensar que sería el cambio nuevo para ella.

Cuando salimos, serían las siete de la tarde, aunque ya estaba oscuro. Andábamos en silencio hasta que de lejos veo a Harry que nos mira, frunce el ceño y viene corriendo a nosotras.

-Becca, ¿qué haces?.- Parecía bastante preocupado.

-Ir a casa con Valerie. Valerie, este es Harry. Viene a clase conmigo. Ella es nueva, Harry.- Este frunce el ceño.

-Encantada.

-Sí, ehm...hola.- Sin decir nada más, los tres seguimos andando en silencio y yo no logro entender por qué Harry se ha puesto entre las dos y no se separa de mí. Cuando estamos a dos calle de llegar a mi casa Harry dice.

-Valerie, tu casa está por allí y tu madre te estará esperando. Yo acompaño a Rebecca, adiós.- Sin dejar que me despida me coge del antebrazo y tira de mí hasta que está seguro de que ella ha desaparecido. Me suelto de un golpe.

-¡¿Estás loco?!.

-¡Oye niña, que te he hecho el favor de tu vida!.

-¿Q-qué?. ¿De qué hablas?.- Se echa hacia atrás sus rizos y suspira.

-Mira, Becca, sé que piensas que soy un obseso con las chicas y que no soy bueno, vale. Pero, te pido por favor que no te acerques a ella.

-¿La conoces?. Hace un mes que está aquí y ya quieres ir a por ella.

-¿Qué?. ¡No!. Está loca. ¿Hace un mes?. ¿Eso te ha dicho?.- Bufa.- Hace un año que llego, la he visto algunas veces en sitios por las noches. En serio, no te acerques, no es bueno Becca.

-¿Y si no, qué?.

-Y si no, se lo diré a Zayn. Él la conoce mejor, en cuanto se entere de que te juntas con ella.- Silba.- ¿Tú has visto a Zayn enfadado?. Pues eso no es nada para como se va a poner si se lo digo.

-Zayn no me da miedo.

-Pues debería. Avisada quedas.- Después de eso, se da la vuelta y me deja en la puerta de casa más confundida de lo que he podido estar en toda mi vida.