-No estás muy habladora esta mañana Alex.- Le dice Liam mientras que vamos en el coche camino a clase. Ella se encoge de hombros.
-No es nada...
-Es Louis.- Afirmo, ella pone los ojos en blanco.- Sí, sí que lo es.
-Es que...¡me pone de los nervios!
-¿Qué pasa?.- Pregunto.
-Le he pedido que tengamos algo más serio, pero según él no quiere atarse a nada y nadie. ¿Qué soy?. ¿Su juguete?.
-Ah, pero, ¿no sois novios?.- Pregunta Liam con el ceño fruncido. Ella niega con la cabeza.
-Porque él no quiere.
-¿Y qué piensas hacer?.- Pregunto curiosa.
-Yo...no lo sé, es que me gusta mucho, pero por otro lado no quiero que juegue conmigo.
-Pues es lo que está haciendo.- Dice Liam mientras se remueve en su asiento.
-¿Perdona?. ¡Qué sabrás tú!. Louis me trata genial, ya quisieras tú tratar a alguien como él a mí.- Se cruza de brazos enfadada.
-¡Seguro!. Ojalá la pudiese tratar como se merece. Yo no juego con las chicas, que te quede claro.
-Primero a ver si se te ve con una.- Resopla. Ah, no, por ahí sí que no.
-Venga, vale ya...- Antes de que la situación se haya podido calmar, Liam pega un frenazo en su plaza de aparcamiento y se gira a mirarla.
-¿Qué has insinuado?- Ella se baja del coche enfadada y él va hacia ella. Yo me bajo contemplando la situación. Quiero que paren, pero cada vez se pone más interesante.- ¡Respóndeme!.
-Liam, que te gusten los chicos no está mal.
-¿En serio?. ¡No me lo puedo creer!. ¿Has pensado eso todo este tiempo?.- Alex me mira esperando que la eche una mano, pero aparto la mirada.
-Creo...- Pero antes de que pueda decir una palabra más, Liam da un paso hacia ella, pone una mano en su nuca y otra en la parte baja de su espalda. Con un rápido movimiento, la atrae hacia él y posa sus labios en los de ella. Abro los ojos sorprendida y busco con los ojos a Louis, me relajo al no encontrarlo. Ella no responde, pero tampoco de aparta, pone sus manos en el pecho de Liam y espera con los ojos cerrados. Finalmente Liam se separa de ella y antes de empezar a caminar hacia el edificio la susurra.
-Si lo vuelves a pensar, avísame.- ¡Santa madre!. ¿Liam acaba de decir eso?. En mi mente le aplaudo y doy saltitos de alegría y emoción. Alex se queda parada y con los ojos de par en par.
-¡Becca!.- Me grita Valerie desde casi la otra punta del aparcamiento. Levanto la mano para saludarla, no sé porque lo hago ya que ayer Harry me hizo tenerla miedo, pero a simple vista me parece tan maja.- Creí que no llegaba.- Intenta coger aire por la carrera que se ha hecho. Sonrío un tanto incómoda.
-Mira, Valerie, ella es Alex, mi mejor amiga.- Alex sonríe y la tiende la mano, pero ella no la responde. Alex me mira con el ceño fruncido. Sin previo aviso, se cuelga de mi brazo y empieza a andar dejando a Alex de lado. Cuando estamos a nada de llegar a la puerta una voz potente y realmente sexy hace que me pare. Y no es eso lo que me confunde, sino que he parado porque Valerie ha parado en seco y se ha dado la vuelta para verle.
-Rebecca -ahí está otra vez. A veces creo que me tiene un dispositivo de seguimiento colocado.
Paso de él, Valerie se queda pillada mirando hacia él con una cara falsa, y ahora mismo si las mirada mataran ella estaría en el purgatorio. Como no quería seguir allí cojo del brazo a Alex y entramos a las clases.
Como siempre y desde hace un tiempo a mi móvil no paran de llegar esos mensajes misteriosos que me quitan el sueño, y como no, hoy no iba a ser una excepción.
"¿Quieres sufrir? Es lo que vas a conseguir como no te alejes de él, ten cuidado de no ir caminando a casa. Puta"
Se me cortó la respiración, estaba en mitad de la clase de Literatura Inglés. No sé en que momento le pedí a la profesora ir al baño, pero aquí es donde me encontraba. En una esquina del cuarto de baño de las chicas, con los ojos rojos y el móvil a mi lado. Esto cada vez era peor, cada día que pasa creo que en serio me quieren hacer algo malo, pero yo tampoco entiendo el porqué. Aún quedaban una hora más para el recreo, tenía pensado saltarme la siguiente clase y si hace falta toda la mañana. Sin pensármelo un momento mando un mensaje, ahora mismo es lo que necesito.
"¿Novillos? Te espero en el aparcamiento"
Primero pensé en llamar a Liam, sé que él estaría conmigo en cada momento y que me sentiría mucho mejor, pero no era ese tipo de apoyo lo que yo ahora necesitaba. A parte que bastante tiene él ya con lo ocurrido esta mañana. Cuando llego al aparcamiento y lo veo apoyado en el capó del coche fumando, a mi cerebro le cuesta reaccionar. Por mucho que me haga sufrir, no me puedo alejar de él. Soy masoca y lo quiero, cada día un poco más, creo. Cuando me ve con los ojos llorosos frunce el ceño y tira el cigarro expulsando el humo por la boca.
-Gracias por venir...- Agacho la cabeza. Me coge de la barbilla y hace que lo mire.
-¿Qué te han hecho?.
-Nada...- La última me sale entrecortada porque estoy llorando de nuevo. Suelta un gruñido casi inaudible, mira hacia los lados y cuando se percata de que no hay nadie alrededor me atrae hacia él en un cálido abrazo. Pone una mano en la mitad de mi espalda y con la otra me acaricia la cabeza.
-¿Qué te está ocurriendo, honey?.- Tú, me estás ocurriendo, quiero decirle, pero no me atrevo.- ¿A sido Valerie?.- Sin pensarlo un segundo me separo de él. Me mira confundido.
-¿Sabes su nombre?. ¿Qué pasa con ella, Zayn?.- Aprieta los puños y desvía su mirada de la mía. Algo pasa.
-Aléjate de ella, Rebecca. Lo digo en serio. Bastantes problemas ha traído ya.- Oh...
-¿Qué ha hecho?.
-No te lo puedo contar.
-¿Por qué?.
-Porque no.
-Pero...
-¡Qué no!. Joder, Rebecca, tú no entiendes nada. Deja de remover todo hostias.
-No te necesitaba para que me trataras así, gilipollas. Y no te preocupes, que no me vas a volver a ver.- Me doy la vuelta dispuesta a irme, pero me agarra de la muñeca haciendo que me vuelva hacia él.
-Lo siento, tienes razón, soy un gilipollas. Esa chica me pone nervioso, no te puedo contar nada, pero no es buena Becca. No quiero que nadie te haga daño.
-Tú a veces me lo haces.
-Lo sé y créeme me odio por ello.- Subo la mano y le paso los dedos en el ceño para que lo relaje.- Vente con nosotros esta tarde.
-¿A dónde?.
-A una carrera de motos, después te llevaré a cenar.
-No gracias, no quiero ver como te matas en una carrera ilegal.- Se ríe y niega con la cabeza.
-Yo no corro, honey. Corre Harry.- Pongo los ojos en blanco.- Tiene otros intereses a parte de las chicas. Te recogeré a las seis.
ohh dios!! !necesito ya otro!! me encanta esta novela. besos
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