lunes, 26 de mayo de 2014

Capítulo 31.

-¿Qué has dicho?.- Sigo entre sus piernas, tensa como un palo e intentando no mirar sus ojos.

-Que esa chica es Valerie.- Sin previo aviso me coge de los muslos y me pone en el otro lado del sofá. Se levanta y siento que quiere golpear algo, pero al darse cuenta de que no es su casa lo único que hace es dar vueltas alrededor del salón mientras se echa el flequillo hacia atrás. Así se pasa por los menos diez minutos hasta que decido hablar.- ¿No vas a decir nada?.

-¿Sirve que diga algo?.- Dice calmado, pero yo sé que en realidad no lo está y se está conteniendo por hacer una locura. Apreta los puños y mira a un punto fijo. En 3...,2... y aquí vamos. -¡¿Estás loca?!. ¡Te lo advertí Rebecca!. ¡No será porque no te lo dije!. ¡Si te digo que no te juntes con ella es por algo, joder!. Tu inocencia está bien hasta un límite, pero aquí es cuando hacen lo que quieran contigo.

-Yo...creí...

-¡No me hables porque ahora mismo no quiero escucharte!.- Me hundo en el sofá. Quiero llorar, y esta vez si es de pura pena, pero no le voy a dar el gusto.- ¡Yo no te voy a ayudar, que te quede claro!. Esto lo vas a arreglar tú sola.- Lo único que se me ocurre hacer es lo que minutos antes he echo con Liam. Me levanto y abro la puerta señalando hacia el exterior.

-Quiero que te vayas.

-Estás que sí.- Me dice aún enfurecido.

-¡Fuera de aquí!. No tienes ningún derecho a tratarme como lo acabas de hacer.- Se acerca hasta llegar a mi altura y me sonríe.

-No me voy a ir de aquí y lo sabes.

-¿Y qué se supone que vienes a hacer?.

-Esto.- Sin decir más se estampa sus labios sobre mí. Cierra la puerta con su mano y me apoya en ella sin dejar de besarme, es un beso rápido. Un beso enfurecido.Me agarra de la cintura y me pega más contra él, yo le paso mis manos a cada lado del mentón haciendo profundizar más el beso. Finalmente, cuando tenemos que separarnos a causa de la respiración pega su frente a la mía con los ojos cerrados.- ¿Qué voy a hacer contigo, honey?.

-Cuéntame lo que pasa con esa chica...- Susurro.

-No quieres escucharlo Rebecca.- Aunque me dice mi nombre completo y eso nunca es buena señal, lo dice con tono suave.

-Sí, sí quiero Zayn...- Le cojo la cara entre mis manos haciendo que me mire a los ojos.- Confía en mí. Eres muy importante para mí, Zayn y necesito que me lo cuentes...

-Ven sentemos. Esto va para largo -¿Eso significaba que me lo va a contar? Nos sentamos en el sofá y espero impacientemente a que empiece.

-Hace tres años, cuando tenia diecisiete, conocí a una chica.

-¿Valerie?

-No, Christine. -Oh...- Era lo más bonito que había visto en mi vida, y me enamoré de ella. Por ese entonces, yo ya me juntaba con los chicos, pero por otro lado, me juntaba con gente que no me hacia bien. 

-¿Por qué lo hacías?

-Porque mi padre nos pegaba a hermana mayor y a mi, y no se me ocurría mejor manera de olvidarme de ello que bebe, fumar y pegarme con gente mayor que yo. Christine y yo empezamos a salir y pronto descubrí que era una persona muy insegura. Quise ayudarla y lo único que se me ocurrió fue meterla en mi mundo de mierda. Becca, la hundió hasta tal punto, que se suicido. -Un grito ahogado sale de mi boca, y me la tapo con ambas manos, él baja la mirada avergonzado y entristecido. -Antes de que eso ocurriera fuimos a un fiesta, donde conocimos a Valerie, ella es todo lo opuesto a vosotras, siempre tiene un plan y si ese no le funciona tiene un plan B y C, y bueno ya te sabes todas las letras del abecedario. 

Asiento.

-¿Ella iba detrás de ti? 

-No. Ella iba detrás de Christine, quería corromperla y lo tuvo fácil, ya que esa mañana, mi madre daba de comer a Abby y esta tiró el puré porque no lo quería, mi padre al verlo pegó por primera vez a mi madre. Cuando llegue a casa del instituto me encontré con Abby llorando, mi madre con un ojo morado, mi padre gritando por toda la casa y la comida acabó por el suelo. Así que cuando llegue a la fiesta, tarde muy poco en emborracharme. 

-Así que, ¿Valerie fue a por Christine? -Asiente -¿qué le hizo?

-La drogó durante toda la noche, le dijo que si hacia ese tipo de cosas yo la querría más, y al final de la noche se propaso con ella. 

-No, espera.. ¿qué?

-Harry llegó y la paro a tiempo, me llamo y nos llevamos de allí a Christine, casi inconsciente, fuimos a mi casa y cuando volvimos a la cocina donde la habíamos dejado....-Me mira a los ojos. Mierda, está llorando. Sin pesarlo un segundo me acerco a el y lo abrazo con todas mis fuerzas.

-Shhhh... -Se ve tan frágil y tan asustado.

-Cuando mi madre y mi hermana bajaron y lo vieron.- Se le contaba la voz, mi corazón latía rápido, tan solo imaginarme a Zayn llorando al lado de ella hacía que algo dentro de mí se rompiera. Ahora lloraba con más intensidad.

-Zayn ya está, no tienes por qué seguir hablando.- Le acaricio la espalda, y dejo que su cabeza se apoye en mi regazo. Con una mano en su espalda trazo círculos y la otra en la cabeza con la que juego con su pelo, sé que eso le relaja. Cuando por fin está más tranquilo se sienta mirando otra vez hacia mí.

-Becca, lo único que ellas me dijeron es que lo sentían mucho, pero que la acara de allí ya, porque no querían tener problemas con mi padre. Las quiero, pero eso me causó mucho dolor. En ese momento necesitaba que alguien me abrazara y me dijera que todo estaría bien, y nadie lo hizo. Bueno, Harry estaba allí y me ayudo y se lo agradeceré siempre, pero no era eso lo que necesitaba...- Me acerco a él y le abrazo, con mis manos acaricio la parte de atrás de su cabeza.

-Vale, tal vez no era esto lo que me esperaba escuchar. -Se aleja de mí- Eh, eh, no me lo esperaba, ¿vale?. Pero sigo aquí contigo, no me voy a ir a ninguna parte. Zayn yo creo...que...te quiero.

-No hagas esto ahora Becca, no puedo.

-Sí, está bien...lo siento...










1 comentario:

  1. Me mueroooooo. Me encanta!! Que monos son los dos juntos. Y que fuerte lo de Christine

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