Nos ponemos en marcha, todos menos yo iban hablado de hacer una escapada una noche para poder salir por Londres. Pero la verdad es que a mi ahora mismo lo único que quiero es volver a mi casa y olvidarme de todo.
-Hey, ¿estás bien?.- Me pregunta Liam pasando un brazo por mis hombros y acercándome a él.- Sabes que puedes contar conmigo para lo que quieras.- Como algo muy normal entre nosotros me da un beso en la frente y me achucha.
-Solamente estoy cansada, necesito dormir- Le sonrío, aunque creo que mejor dicho fue una mueca lo que puse.
Cuando entramos por la puerta del hotel, nos está esperando uno de los profesores que ha viajado con nosotros. Creo que se avecina tormenta y la verdad es que no tengo ganas de tener más problemas de los que tengo.
-¿Se puede saber de donde vienen a esta horas?. Hace una hora que tendrían que haber llegado.
-Perdón profe, pero es que me perdí y me quedé sin batería así que ellos me estuvieron buscando.-Dice Alex cubriendo a Zayn.
Me encamino hacia el ascensor, pasaba de escuchar todo lo que iban a hablar. Me meto en la habitación, cojo y pijama y ropa interior limpia. Me ducho, seco el pelo y cuando abro la puerta de la habitación Alex ya estaba metida en la cama durmiendo. Me tumbo en mi cama y pongo mi móvil a cargar. La alarma estaba puesta para las siete y media de la mañana, apenas tenia siete horas para dormir.
Un ruido me despertó. Sentí que volvían a tocar a la puerta, encendí la lampara de la mesilla de noche y me levanté. Mire la hora 04:18, más vale que fuera algo importante, sino rodarían cabezas. Al abrir la puerta me encuentro con Zayn.
-Lo siento... -se acerca a mi y me besa en los labios. Me separo sútilmente de él. No quiero esto ahora, no me gusta. Estoy realmente enfadada con él y mucho más decepcionada de lo que alguna vez he estado.- Lo siento Becca por hacer que te preocupes tanto por mí, no me merezco la mitad de las cosas que haces por mí.- Intenta acariciarme la mejilla, pero agacho la cabeza para que no lo haga. Su simple tacto en mi piel me quema y no quiero que me deje marcas que luego sean incurables. Minutos después subo la mirada cuando veo que él no dice ni hace nada y lo que veo me gusta aún menos.
-¿Has bebido?.
-No.- No, claro que no ha bebido. Si hubiese bebido no se comportaría así, está demasiado relajado.
-¿Qué has tomado?. Han sido drogas, ¿verdad?. Te has drogado y ahora tienes la poca vergüenza de venir a que te perdone.- Intento cerrar la puerta de la habitación pero el con un pie para fácilmente la puerta, entra y la cierra tras de mí.
-Estoy bien Rebecca.- Dice con la mandíbula apretada.
-Sigue mintiéndote a ti mismo, Zayn.- Giro la cabeza y suelto una risa irónica.- Que me quieres dices. Que has cambiado dices.- Lo miro con enfado.- La culpa es mía por creerme todo lo que me has dicho.
-Honey yo..
-No, Zayn. ¿Querías saber la verdad?. Pues aquí la tienes, Valerie me amenazaba.- Levanta la cabeza con los ojos abiertos de par en par y aprieta los puños haciendo que se le noten las venas de los brazos.- Sí, Zayn. No supe que era ella hasta meses después gracias a Harry. Y todo eso lo hacía porque estaba enamorada de ti y me tragué todo yo sola para no hacerte más daño y porque te quería como nunca he querido a nadie y no quería que los recuerdos te martirizaran. Y cuando creo que lo tengo todo perdido y que solo me quedan mis mejores amigos, aparece Louis y tiene un rollo con Valerie estando con Alex y esa puta le cuenta a mi mejor amiga que yo le dije que Louis estaba libre. Perdí toda la fuerza que tenía, mi confianza hacia la gente, perdí a mis dos mejores amigos, ¡perdí hasta a mi madre por ti! porque no quiere que estemos juntos. Y en todo este tiempo todavía estoy esperando a que me consueles y me preguntes que si necesito algo, que si estoy bien...- Las lágrimas empiezan a correr por mis mejillas como si se tratasen de ríos.- Te quiero Zayn, te quiero muchísimo, pero...
-No, Becca por favor no, no lo digas.- Rodea mis muñecas con sus manos haciendo que mi piel arda bajo su tacto.- Te prometo...Dios, te prometo que esto va a cambiar.
-Ya he escuchado eso antes...- Intento soltarme de él, pero no me lo permite.- Escúchame Zayn, no se puede querer a una persona si antes no te quieres a ti mismo.
-Dame un oportunidad, honey. Una última oportunidad, si después de eso no te convenzo lo haremos a tu manera.- Niego con la cabeza aún con lágrimas.
-Vamos a esperar a volver a casa. Ahora...por f-favor, vete.- Mira hacia abajo, me mira, mira la puerta y después asiente.
-No olvides que te quiero, Rebecca.- Asiento antes de verle salir y cerrar la puerta detrás de él.
Me apoyo en la pared y me dejo arrastras por ella hasta quedar sentada en el suelo y después lloro en silencio intentando retirar las lágrimas en vano. Me duele la cabeza, tengo una presión en el pecho que no me deja respirar y he sentido como mi alma se ha escondido en el último rincón junto con mi corazón porque ambos están asustados y agotados. Minutos después siento a mi mejor amiga sentarse a mi lado y abrazarme de lado apretándome con todas sus fuerzas.
-Sabías que esto tenía que pasar. Lo sabías.- Me susurra una y otra vez. Y realmente es lo que necesito que me diga. La verdad. No quiero escuchar todas esas mentiras de que todo pasa, que lo vamos a superar y no sé cuántas mentiras más.- Tienes que estar más fuerte que nunca, Bec.
-Pero lo quiero mucho.- Susurro entre hipos y llantos.
-Lo sé, cariño, lo sé. Pero, joder, si superas esto...Mírame.- Hago lo que me dice y me agarra la cara entre sus manos.- Si superas esto vas a ser la tía más indestructible del planeta y con una desconfianza y una templanza de las que tienen las zorras malas de las películas que tanto me gustan.- Nos reímos pese a que no sé de dónde me sale la risa.- Y podré decir ¡Esa zorra sexy es mi mejor amiga y estoy muy orgullosa de ello!.
Lo que queda de noche dormimos juntas, bueno yo no duermo mucho, pero tener a Alex haciendo de hermana mayor dándome la mano como si fuese una niña a la que le da miedo la oscuridad me tranquiliza mucho. Por la mañana, nos preparamos para bajar al comedor a desayunar y hacer algunas visitas con los profesores. Alex me ayuda a elegir la ropa, bueno más bien me deja algo de su ropa porque yo me he traído todo de colores y estoy harta de los colores. No quiero colores.
-Dios, nena. Esto sí que sí.- Se pone detrás de mí en el espejo y me echa hacia delante el pelo mientras me miro. Me ha prestado unos pantalones extremadamente pitillos negros con dos
aberturas en las rodillas, una camiseta de manga corta blanca larga que sobresale por debajo del jersey ancho también negro.- Si fuese un chico te tiraría ficha.- Dice con una risa.
-No crees que voy...¿muy de negro?.
-Déjame que te haga una pregunta. ¿Te sientes bien con ese conjunto?.- Me vuelvo a mirar en el espejo.
-La verdad es que sí.
-Pues punto final. ¡Estás cañón!. Voy a buscar a Liam, te esperamos abajo.
Una vez he recogido todo y he metido en una mochila pequeña las cosas necesarias como el móvil, la tarjeta de la habitación y un cuaderno pequeño con un par de bolígrafos salgo de la habitación en dirección al ascensor en busca de mis amigos. Me meto en el ascensor, pulso el botón de la planta baja y justo antes de que se cierren las puertas alguien corre y se mete dentro.
-Creí que no llegaba.- Oh no...
-No.- No, claro que no ha bebido. Si hubiese bebido no se comportaría así, está demasiado relajado.
-¿Qué has tomado?. Han sido drogas, ¿verdad?. Te has drogado y ahora tienes la poca vergüenza de venir a que te perdone.- Intento cerrar la puerta de la habitación pero el con un pie para fácilmente la puerta, entra y la cierra tras de mí.
-Estoy bien Rebecca.- Dice con la mandíbula apretada.
-Sigue mintiéndote a ti mismo, Zayn.- Giro la cabeza y suelto una risa irónica.- Que me quieres dices. Que has cambiado dices.- Lo miro con enfado.- La culpa es mía por creerme todo lo que me has dicho.
-Honey yo..
-No, Zayn. ¿Querías saber la verdad?. Pues aquí la tienes, Valerie me amenazaba.- Levanta la cabeza con los ojos abiertos de par en par y aprieta los puños haciendo que se le noten las venas de los brazos.- Sí, Zayn. No supe que era ella hasta meses después gracias a Harry. Y todo eso lo hacía porque estaba enamorada de ti y me tragué todo yo sola para no hacerte más daño y porque te quería como nunca he querido a nadie y no quería que los recuerdos te martirizaran. Y cuando creo que lo tengo todo perdido y que solo me quedan mis mejores amigos, aparece Louis y tiene un rollo con Valerie estando con Alex y esa puta le cuenta a mi mejor amiga que yo le dije que Louis estaba libre. Perdí toda la fuerza que tenía, mi confianza hacia la gente, perdí a mis dos mejores amigos, ¡perdí hasta a mi madre por ti! porque no quiere que estemos juntos. Y en todo este tiempo todavía estoy esperando a que me consueles y me preguntes que si necesito algo, que si estoy bien...- Las lágrimas empiezan a correr por mis mejillas como si se tratasen de ríos.- Te quiero Zayn, te quiero muchísimo, pero...
-No, Becca por favor no, no lo digas.- Rodea mis muñecas con sus manos haciendo que mi piel arda bajo su tacto.- Te prometo...Dios, te prometo que esto va a cambiar.
-Ya he escuchado eso antes...- Intento soltarme de él, pero no me lo permite.- Escúchame Zayn, no se puede querer a una persona si antes no te quieres a ti mismo.
-Dame un oportunidad, honey. Una última oportunidad, si después de eso no te convenzo lo haremos a tu manera.- Niego con la cabeza aún con lágrimas.
-Vamos a esperar a volver a casa. Ahora...por f-favor, vete.- Mira hacia abajo, me mira, mira la puerta y después asiente.
-No olvides que te quiero, Rebecca.- Asiento antes de verle salir y cerrar la puerta detrás de él.
Me apoyo en la pared y me dejo arrastras por ella hasta quedar sentada en el suelo y después lloro en silencio intentando retirar las lágrimas en vano. Me duele la cabeza, tengo una presión en el pecho que no me deja respirar y he sentido como mi alma se ha escondido en el último rincón junto con mi corazón porque ambos están asustados y agotados. Minutos después siento a mi mejor amiga sentarse a mi lado y abrazarme de lado apretándome con todas sus fuerzas.
-Sabías que esto tenía que pasar. Lo sabías.- Me susurra una y otra vez. Y realmente es lo que necesito que me diga. La verdad. No quiero escuchar todas esas mentiras de que todo pasa, que lo vamos a superar y no sé cuántas mentiras más.- Tienes que estar más fuerte que nunca, Bec.
-Pero lo quiero mucho.- Susurro entre hipos y llantos.
-Lo sé, cariño, lo sé. Pero, joder, si superas esto...Mírame.- Hago lo que me dice y me agarra la cara entre sus manos.- Si superas esto vas a ser la tía más indestructible del planeta y con una desconfianza y una templanza de las que tienen las zorras malas de las películas que tanto me gustan.- Nos reímos pese a que no sé de dónde me sale la risa.- Y podré decir ¡Esa zorra sexy es mi mejor amiga y estoy muy orgullosa de ello!.
Lo que queda de noche dormimos juntas, bueno yo no duermo mucho, pero tener a Alex haciendo de hermana mayor dándome la mano como si fuese una niña a la que le da miedo la oscuridad me tranquiliza mucho. Por la mañana, nos preparamos para bajar al comedor a desayunar y hacer algunas visitas con los profesores. Alex me ayuda a elegir la ropa, bueno más bien me deja algo de su ropa porque yo me he traído todo de colores y estoy harta de los colores. No quiero colores.
-Dios, nena. Esto sí que sí.- Se pone detrás de mí en el espejo y me echa hacia delante el pelo mientras me miro. Me ha prestado unos pantalones extremadamente pitillos negros con dos
aberturas en las rodillas, una camiseta de manga corta blanca larga que sobresale por debajo del jersey ancho también negro.- Si fuese un chico te tiraría ficha.- Dice con una risa.
-No crees que voy...¿muy de negro?.
-Déjame que te haga una pregunta. ¿Te sientes bien con ese conjunto?.- Me vuelvo a mirar en el espejo.
-La verdad es que sí.
-Pues punto final. ¡Estás cañón!. Voy a buscar a Liam, te esperamos abajo.
Una vez he recogido todo y he metido en una mochila pequeña las cosas necesarias como el móvil, la tarjeta de la habitación y un cuaderno pequeño con un par de bolígrafos salgo de la habitación en dirección al ascensor en busca de mis amigos. Me meto en el ascensor, pulso el botón de la planta baja y justo antes de que se cierren las puertas alguien corre y se mete dentro.
-Creí que no llegaba.- Oh no...
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