Lo que me faltaba, después de estar toda la semana evitándonos y después de lo que me dijo resulta que tenemos que hacer juntos el trabajo de Historia. ¡Me quiero morir!
-¿Podemos hacer cambios de pareja?.- Le pregunto al profesor cuando la clase se termina.
-No señorita Stone, ya avisé al principio de la clase. Nada de cambios.- Se gira para recoger los papeles que tiene encima de la mesa.
-A decir verdad, no me parece justo que me haya tocado Zayn. Me va tocar hacerlo todo a mí y él se llevará mi nota.
-A veces las personas te pueden sorprender, Rebecca. No dejes guiarte por lo que ves a simple vista.- Recoge su maletín y sale de la clase dejándome aún más confundida. Tengo que adivinar las notas de Zayn.
Salgo del aula hecha una furia, siempre me tienen que pasar a mi este tipo de cosas. A veces me pregunto que daño le hice al universo para que juegue conmigo de esta manera. Seguro que voy a tener que hacer el trabajo sola, ya que el otro no querrá verme ni en pintura. ¡Mierda!
Mi pequeño hombretón salió corriendo hacia mis brazos cuando fui a recogerlo al parvulario. Fuimos andando hasta casa y me fue contando lo que hizo en clase, y hablándome de su novia, la hermana de Zayn. Cuando llegamos a casa mi madre ya tenía la mesa puesta y estaba sentada esperándonos, cuando nos sentamos no dice.
-Vuestro padre no vendrá a comer hoy, así que podemos empezar.- Durante la comida no hablamos casi nada, pero por la forma en que se comportaba mi madre sabía que quería decirme algo importante. Mi hermano se va al salón en cuanto come y mientras recogemos la mesa aprovecho para preguntar.
-¿Qué ocurre mamá?.
-Esta tarde tienes una cita con una psicóloga.- Suelto el trapo en la mesa y la miro aturdida.
-¿Es por lo de las pesadillas?.- Asiente.- No hace falta, se me pasará. Mamá, no os lo podéis permitir.
-Hija, lo que no puedo permitir es que sigas así...
-Ya, pero...
-Pero nada, Rebecca. Tú no te preocupes por el dinero, he conseguido un trabajo de tarde en una tienda. Así que arréglate y te acompaño.- Me alegro de que mi madre tenga un trabajo y no estén tan ahogado, pero no quiero ir a ningún psicólogo. ¿Qué se supone que tengo que decir?.
Tres cuartos de hora más tarde estamos en un edificio con pisos, subimos siete plantas en el ascensor y nos abre una chica de pelo corto y flequillo recto, mi madre le cuenta que tengo cita y mientras me dice dónde tengo que entrar ellas se quedan hablando. Llamo a la puerta que me corresponde, se escucha un suave 'adelante' y abro la puerta.
-¿Rebecca?.- Quiero creer que sabe mi nombre por la cita, pero cuando la miro no me puedo creer quien es. De repente las manos me sudan, la cabeza me da vueltas y quiero salir de la habitación lo antes que sea posible.- ¿Te encuentras bien? Se te ha puesto mala cara.
-No...es...es por lo nervios.- Voy a tener que hablar de Zayn con la hermana mayor de Zayn. ¿Algo más? ¡Lanzarme un rayo, si total!.- No sabía que eras psicóloga.- Digo tan cuerda como puedo.
-Sí, pero no quiero que me veas como tal, quiero que me veas como una amiga con la que vienes a charlar de tus problemas. ¿Vale?.- Asiento y tomo asiento en una especie de tumbona.- ¿Necesitas algo de beber o..?
-No, no gracias. Estoy bien así.- Ella se siente enfrente mía, saca un pequeño portátil y me mira.
-Pues empecemos. Tu madre me ha hablado de una pesadilla, cuéntame.
-Mmmm...Desde hace un mes más o menos tengo pesadillas en las que a una persona le hacen daño y aunque yo quiero ir a ayudar no puedo...- Vuelve a escribir en el portátil.
-¿Cuántas veces a la semana?.
-Todos los días e incluso más de una vez en la misma noche...
-¿Recuerdas a la perfección la pesadilla?.- Asiento.- Vale, eso es esencial para progresar.- Algo bueno, supongo.- ¿Siempre es la misma persona?.
-La agredida sí. Los que agreden no les veo la cara.
-Bien, vamos a ir poco a poco. Que no puedas llegar a socorrer a esa persona significa que tienes inseguridades y estrés. ¿Te sientes así en el día a día?.
-Sí, en ocasiones.
-Vale, con la persona a la que ves en el sueño, ¿te sientes así?.
-Todo el tiempo.
Después de eso hay un silencio en el que ella se dedica a escribir y yo me dedico a pedirle a todos los santos que no me pregunte quién es la persona a la que veo. Por una parte quiero decírselo porque quiero saber que me pasa y el por qué de tener tanta fijación con él, pero por otra parte no quiero que me pregunte porque es su hermana mayor. Creo que es comprensible. De repente deja el ordenador a un lado y juntando las manos me pregunta.
-¿Es alguien de tu clase?.- Me cuesta responder pero finalmente digo.
-Sí.
-Cuéntame que relación has tenido con esa persona en todos estos años, Becca.- Sé perfectamente que ella conoce a toda mi clase por su hermano, llevamos todos juntos desde primaria. Como ya he mencionado antes, es un barrio pequeño.
-Estos últimos días, la verdad es que ha estado muy educado y hasta se podría decir que simpático conmigo. Pero en los últimos tres años me ha hecho la vida imposible sin razón alguna. Bueno, yo he sacado mi propia razón.
-¿Cuál es?.- Se la nota especialmente interesada y sé que tiene a su hermano en la cabeza. Lo sé.
-No le gusta que le lleven la contraria y le encanta que vayan detrás de él. No he hecho nada de eso.- Ella asiente.
-¿Sigues teniendo relación normal con él?.- Niego.
-Me ha pedido que me aleje de él.
-¿Sabes la razón?.- Ya no escribe nada, esto a pasado a algo personal.
-Fuimos a una fiesta, donde por razones que desconozco porque había bebido algo, lloré frente a él. Al día siguiente me dijo que su límite era verme llorar, que tenía mucha mierda guardada y que nos teníamos que alejar. Pero ahora nos han mandado hacer un trabajo juntos y eso implica volvernos a ver.
-Eso le va a venir bien. A los dos os va a venir bien. Eres tan parecida a Christine...- Esto último lo susurra para ella misma, pero al haber tanto silencio en la habitación lo escucho como si lo hubiera gritado. ¿Quién es Christine y por qué me parezco a ella?
Vale.... este capítulo me ha dejado to' loca, está super bien ;)
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