lunes, 6 de enero de 2014

Capítulo 14

Por fin acostada en mi cama, mi día fue una autentica locura, justo después de que mi psicóloga, que resulta ser la hermana de Zayn, me dijera que me parecía a Christine, me echó a patadas del despacho -literalmente- y me dijo que nos veríamos dentro de una semana. A partir de ese momento mi cabeza se volvió un autentico volcán. Por si fuera poco aún le tengo que decir a Zayn que tenemos que hacer juntos el trabajo, de tan solo pensarlo me pongo enferma.

-¡Rebecca! Levántate o llegarás tarde.- Me grita mi madre desde el piso de abajo. Sin ganas me levanto y me visto, paso por la habitación de mi hermano pero está vacía, lo más seguro es que ya esté desayunando en la cocina. Entro en la cocina, y mi pequeño no está allí.

-Mamá, ¿dónde esta Tommy?

-Hoy lo llevó tu padre al parvulario ya que se fue un poco más tarde a trabajar.

-Entonces me puedes acercar al instituto ¿por favor?.- Digo poniendo cara de niña buena.- Es que Liam hoy no va, e ir andando es todo un suicidio.

-Pues apúrate que en veinte minutos salimos.

El resto de la mañana pasó, vamos, pasó porque tenía que pasar. Es desesperante estar encerrada con gente con la que prácticamente te consideran un bicho raro, y aunque me cueste admitirlo, estoy empezando a extrañar la mirada del moreno en mí. Al salir de clase me voy directa a recoger a mi hermano, como todos los días. Al llegar me encuentro con Kate, me parece raro que ella esté aquí y no Zayn.

-Hola, ¿y Zayn?. Quiero decir, suele venir él siempre... - Sí, soy demasiado directa, pero desde el día que me dijo que no nos podíamos volver a ver, no sé más de el.

-Él..., está enfermo, así que nos turnamos entre todos para venir a buscar a la pequeña.

-Ah vale, pues dale saludos de mi parte. -No se si soy estúpida o es que lo hago genial.

 Al llegar a casa, mis padres nos estaban esperando para comer, como siempre más de lo mismo, que este año es decisivo para entrar en Derecho, me tengo que esforzar y miles de cosas más, que me entran por un oído, y me salen por el otro. Después de comer y para no aguantar a mis padres, me voy a dar una vuelva. No sé si fueron mis pies o mi cabeza, pero ahora mismo me encuentro delante de la puerta de la casa de Zayn, después de haber tocado al timbre -gracias por engañarme cerebro, esta te la guardo- me quería morir.

Cuando la puerta se abrió me quise morir, ante mí un Zayn con el labio y la ceja partidos, moratones en la cara, y un ojo rojo tirando a morado. No sé explicarlo exactamente.

-¡Dios mío! ¿Que te pasó?. -Digo intentando tocar su cara.

-¿Qué haces aquí?.- Da un paso hacia atrás.

-Contesta primero mi pregunta.

-¡Que coño haces aquí!

No se si eran mis hormonas, o la dureza con la que me dijo esa ultima frase, pero me entran unas terribles ganas de llorar que como no fuera capaz de controlar acabaría alejándolo más de mi -cerebro, eso es lo que intento, ¡alejarlo de mi, no es bueno!- Doy un paso hacia él y toco su rostro, cierra sus ojos y respira lentamente, no sé que es lo que le pudo pasar, pero tengo la necesidad de saberlo.

-¿Estás bien?.- Le susurro mientras poco a poco abre los ojos. Cuando los abre veo miedo en su mirada, miedo que dura unos instantes porque vuelve a poner su mirada fría y sin gesto.Los vuelve a cerrar negando con la cabeza. Me coge de la muñeca y me lleva al interior de la casa.

-Te he dicho que no quiero que te acerques a mí, Rebecca. ¿Qué no se entiende?.

-No se entiende nada. Pero nada. Absolutamente nada.- Hago aspavientos con los brazos. Si él quiere jugar a los secretos, pues juguemos a los secretos. Estoy cansada de ser la que se calle y la que tenga que obedecer con todo.

-Bueno, yo hay muchas cosas que tampoco entiendo como, ¿qué cojones haces aquí?.- Su mandíbula se tensa.

-Tu hermana me ha dicho que estabas enfermo.- Bufa pasando las manos por su pelo.- Tenemos que hacer un trabajo juntos, ¿sabes?

-Ya lo sé.- Bien, ese día atendió.- ¿Crees que tengo ganas de hacer nada ahora mismo?

-No. ¿Qui-quién te ha hecho eso?.

-Nadie que te importe.- Pongo los ojos en blanco.

-¿Alguien te lo ha curado?.- Niega con la cabeza. Le miro sin parpadear.- Zayn, eso está infectado.

-¿Y?.

-¿Cómo que y? Pues que nunca se va a curar por sí solo.

-¿Y qué quieres que haga? Nunca me he curado una herida, Rebecca.- Pienso durante un instante.

-Necesito un botiquín, una pastilla para la inflamación, tu habitación, que te estés quieto y mucha, mucha paciencia. ¿Estás dispuesto?.

Me lleva a la habitación, desaparece y vuelve a aparecer con el botiquín la pastilla y un vaso de agua. Se sienta en la cama y me mira sin decir nada hasta que muestra una leve sonrisa y dice.

-Paciencia no me queda, tengo que comprar.- Me río casi por no llorar. Realmente estoy preocupada por él, ¿en qué está metido?. Cojo el algodón y mojándolo en agua oxigenada se lo paso por el corte del labio y la mejilla y el moratón del mentón. No hace una queja de dolor o molestia. Nada. Después le pongo betadine y hago que se tome la pastilla.

-¿Lo empezaste tú?.- Vuelve a resoplar. Sé que no quiere que le pregunte pero no lo puedo evitar.

-En cierta manera...- Se levanta para dejar el vaso en la mesa y al pasar se roza con la silla del escritorio dando un gruñido que hace sobresaltarme.

-¿Qué?.

-No es nada.- Analizo la situación por un momento y me acerco a él.

-Tienes más golpes, ¿verdad?. Déjame ver.- Le intento levantar la camiseta pero obviamente no me deja. ¿Por qué he hecho eso?. Me siento estúpida. Pero la curiosidad sobre como tiene que tener el golpe para que suelte ese gruñido es mayor que la vergüenza.

-No lo quieres ver, honey.

-Quiero hacerlo.

-Muy bien.- En un acto reflejo se quita la camiseta de la forma más sexy posible y la tira encima de la cama. Encoge los hombros y me mira.- Aquí lo tienes.- Tiene tal golpe en el costado que me cuesta mirarlo, me resulta doloroso. Doy un paso hacia atrás, él apreta su mandíbula y cierra los puños con fuerza. Quien le haya hecho esto lo ha cogido con muchas ganas y por una explicación, seguro.- ¿Qué? ¿No es lo que querías? ¡Pues aquí lo tienes, joder!.- Levanta la voz con cada palabra que da. Está muy enfadado, de tal forma que no sé que está dispuesto a hacer. Intento recuperar la cordura.

-¿Qui-quieres que te lo cu-cure?.- Suelta una sonrisa arrogante.

-Como tú me dijiste una vez, no me gusta dar pena. Rebecca, no te necesito.- Mi respiración se entrecorta. Sé que quiere hacerme daño y ambos sabemos que puede.- Si te dije que no te acercaras a mí fue porque no quiero que me vean con una fracasada como tú. ¿Piensas que tengo mierda y no te quiero meter en ella?.- Sus ojos están fríos como el hielo.- Pues estás equivocada, lo que te pase no me importa ni una mierda.- Las lágrimas amenazan en mis ojos con salir, pero me niego a echar una sola lágrima por algo que tenga que ver sobre él, al menos no delante suya.

-No te importa nada una mierda.- Susurro, no estoy segura de que haya querido decir eso en voz alta, pero ya es tarde. Él bufa.

-El descubrimiento de tu vida.- Ironiza. Entonces de repente me enfado, la sangre me hierve. Vengo aquí, lo trato bien ¿y él me lo paga así? ¿Quién se cree?. Y sin pensar suelto algo de lo que sé que luego voy a estar arrepentida.

-Si es así, también te importará una mierda Christine, supongo.

-No acabas de decir eso. No lo has hecho.- Las pupilas se le dilatan y respira con irregularidad.

-Sí, sí lo he hecho.- Insisto. Quiero que me diga quién es.

-¡Joder, Rebecca!.- Sin tener tiempo a asimilarlo ha empezado a tirar las cosas de su escritorio, la silla y a dar puñetazos al armario. Me asusto, pero no tanto porque sé que lo está haciendo para no golpearme a mí. Se acerca a mí y me dice.- En la vida, escúchame bien porque no voy a volver a repetirlo. En la vida, nadie me va a importar más como Christine. Ahora largo de mi casa antes de que haga algo de lo que me pueda arrepentir.- Quiero moverme pero mis piernas no reaccionan.- ¡Qué te vayas hostias!.- Lo último que recuerdo de esa casa es que su habitación se quedó destrozada y bajé corriendo las escaleras chocándome con alguien que ni siquiera reconocí.



1 comentario:

  1. pero quien es esa chica que tanto lo enerva??? ahora tengo todo el gusanillo y no me puedo esperar

    ResponderEliminar